Evaluación Inicial: El proceso comienza con una evaluación minuciosa de la boca y la mandíbula del paciente. El ortodoncista utiliza radiografías y análisis clínicos para determinar el tipo de problema de maloclusión.

Planificación del Tratamiento: Con base en la evaluación, el ortodoncista crea un plan de tratamiento personalizado. Esto puede incluir la selección de aparatos ortodónticos tradicionales, como brackets, o tratamientos más modernos, como alineadores invisibles.

Corrección de la Maloclusión: Durante el tratamiento, los aparatos ortodónticos aplican presión gradual a los dientes y la mandíbula para moverlos a sus posiciones correctas. Los pacientes visitan al ortodoncista regularmente para ajustes y seguimiento.

Retención: Una vez que se alcanzan los resultados deseados, se utilizan retenedores para mantener los dientes en su nueva posición. Esto evita que los dientes regresen a su posición original.